Trotsky fue elegido presidente del Sóviet de Petrogrado. Desempeñó un papel central en la conquista del poder por Lenin: fue el principal responsable de la toma del Palacio de Invierno por los bolcheviques, que instauró el régimen comunista en Rusia (Revolución de octubre de 1917), negoció con los alemanes la Paz de Brest-Litovsk, luego fue comisario de Guerra (1918-25), su labor fue, por tanto, crucial para la supervivencia del primer Estado comunista del mundo.
Murió asesinado en Coyoacán, Ciudad de México, el 21 de agosto de 1940.